sábado, 18 de enero de 2014

Jugando a las casitas

Por Tomás Pérez Vallejo

De un tiempo a esta parte oímos casi a diario que hay que reformar la Constitución. Uno de los que están de acuerdo con tal opción es Julio Anguita, que opina, como promotor del método socrático, primero cumplir la ya existente, una vez cumplida, llegar a la conclusión de que tiene carencias, y una vez halladas modificar aquello que no sea válido. Sólo en este punto estoy totalmente de acuerdo con el “Califa rojo”: Primero hemos de saber qué tenemos entre las manos para poder mejorarlo. El problema está en que los representantes políticos no lo saben, o más bien no les interesa saberlo. 

jueves, 16 de enero de 2014

Claro y sencillo: ¿Regeneración política?

Un artículo de David Guerrero González publicado en El Contemporáneo

Desde hace algún tiempo nos hemos acostumbrado a pedir la regeneración política en nuestra Patria, cosa que hacemos de forma autómata y sin profundizar en las verdaderas causas de la degradación que sufrimos ni en sus posibles soluciones.
 
Para empezar hay que decir que proponer una regeneración política sin proponer antes una regeneración del tejido social español es harto complicado, pues estimo que, al menos, proponer una sin fomentar la otra es un sin sentido.

miércoles, 15 de enero de 2014

Unidad en España

Por David Buitrago

Últimamente, lo único que leo es si Unidad va a fracasar, otras siglas más, otro partido político a sumar a la lista… Pero señores, Unidad no nace con vocación de partido político, Unidad nace con vocación de coalición, de puente, de nexo de unión entre partidos políticos, asociaciones y población, que hartos de ser ninguneados, cansados de que jueguen con el pan de sus hijos, de que hipotequen nuestro futuro  y el de nuestra nación.

sábado, 4 de enero de 2014

Más que palabras


De Tomás Pérez Vallejo

La FUNDEU (Fundación del Español Urgente), ha propuesto que los españoles eligiéramos una palabra que representara este pasado 2013. Ha habido una mayoría de personas que ha votado por escrache, una voz proveniente del lunfardo, la jerga producto de la mezcolanza de lenguas que llegaban a la ciudad del Mar del Plata vía inmigración. Estos modismos fueron utilizados en un primer momento por los malevos, para más tarde pasar, en gran medida a través del tango, al lenguaje normalizado de la calle. Pero esta vez, escrache no ha atravesado el océano por el melodioso vehículo del 3x4, sino que ha sido la crisis, algo que desgraciadamente está tan normalizado como el lunfardo en nuestra hermana Argentina.